MAPA DEL TESORO A LA PLENITUD
Mapa de viaje de vuelta al amor
Como avanzar por la vida entre sombras y monstruos en el camino hacia la Plenitud
MARIA COLORS MUSTÉ JOVÉ
Te atreves a mirar tu vida de nuevo con otra mirada? Te atreves a encontrar su sentido?
El camino de la vida va des del sufrimiento, pasa por trascenderlo y lleva hasta el gozo de Ser. Se trata del camino invisible de la espiritualidad.
Querido lector/a, si estás leyendo este libro es que en mi vida se ha producido un milagro: he sido capaz de ser yo misma y dar mi mejor versión. He contactado con mi propósito de vida y lo estoy llevando a cabo. Nada en este mundo podría llenarme más de gozo. Por lo que te agradezco desde el fondo de mi corazón este encuentro y es mi objetivo ayudarte a hacer lo mismo.
Este libro está dedicado a Angel Martorell de Mingo, mi compañero de vida durante once años. Con su saber estar y su capacidad para acogerlo todo de mi, hizo posible que yo pudiera llevar a cabo el aprendizaje necesario, mis experiencias de transformación de vida, y llegar a la comprensión actual que os estoy transmitiendo. Infinitas gracias. Siempre tendrás un lugar en mi corazón. Has sido para mi de un valor incalculable.
ÍNDICE
Propósito de este libro.
Introducción.
La infancia o el contacto con la inocencia, el amor y el gozo.
El sufrimiento inconsciente.
La magia.
Encuentro con el dolor.
El perdón. Quiero ver esto de otra manera.
Abriendo la puerta del respeto y lo sagrado en ti.
El descubrimiento del sentido.
El compromiso y la fuerza interna.
La conciencia.
PROPÒSITO DE ESTE LIBRO
Este libro explica el recorrido del camino espiritual tal como lo he concebido a través de mi experiencia personal en el camino del descubrimiento de la espiritualidad. Aunque cada vida es única, lo es solamente en cuanto a formas y tiempos que utilizamos, pero no en cuanto al fondo. Mi intención es ahorrarte tiempo y dinero, evitarte errores y sufrimiento, para aprender y mejorar tu vida.
Soy consciente de que éste es un camino invisible y en el que es fácil perderse, confundirse de camino pensando que has encontrado la solución, dar pasos atrás, perder la fe, encontrarse desorientado y solo, crear adicciones y quedarse parado en medio de la confusión o incluso en medio del dolor y la desesperación.
Me he puesto a escribir con el único afán de ayudar y que podáis tener una guía aquellos que sentís la curiosidad o necesidad de pasar de unas pautas rígidas que te pueden dar algunas personas que creen saber las normas que necesitas para ser feliz a la vivencia de una espiritualidad en la que cada día vayamos a sentirnos un poco más libres.
Os explicaré mi punto de vista y mi experiencia pero sobretodo quiero que te lleves herramientas y dirección, que tengas un referente para que no te pierdas. De todas formas, los errores son imprescindibles para aprender, yo también los cometo y además importantes, pero yo no soy el modelo a seguir, el modelo o esquema es la conclusión, lo que te quiero transmitir. Ahora, soy capaz de ver mis errores y corregirlos rápidamente.
Así pues, este libro no es una biografía porque mi vida solo te interesa en la medida que tiene puntos en común con la tuya, de todas formas, nuestras vidas se parecen mucho en cuanto a que todos/as hemos pasado por experiencias parecidas y hemos experimentado circunstancias que nos han hecho sentir de forma similar a pesar de que no haya dos vidas iguales. Si te miro con ganas de reconocerme a mi misma puedo hacerlo y me veo en ti.
Escribo este libro porque creo que es necesario y porque no lo he visto escrito antes. Creo que falta el “Mapa del Tesoro”, que alguien lo escriba y explique cómo utilizar la brújula y esto es lo que me propongo hacer, por lo tanto, se trata de un libro generalista. Luego, tu escogerás aquello en lo que quieras profundizar y que resulta más adecuado para ti, que esté más de acuerdo con tus preferencias o necesidades y de esta manera te resultará más fácil disfrutar del viaje que hemos emprendido que se llama Vida.
Empezaré por presentarme:
Empecé esta vida de la mano de una madre con una fe indestructible en el Amor de Dios y de la mano de un padre apasionado por la Vida, generoso en amor y una sonrisa permanente en los labios. Ahora, que entiendo mi viaje de vida, sé que fue un muy buen comienzo y que, con este bagaje sería capaz de recorrer el camino.
Yo fui una niña inquieta, con muchas ganas de jugar y creativa, con capacidad de expresarme a través de la danza y muy curiosa para aprender de todo.
Soy una semilla que se plantó en tierra fértil y he crecido hasta convertirme en un árbol corpulento, con capacidad de acoger la diversidad, de cuidar, de dar sombra y fruto, de resistir el temporal, el sol y el frio.
A pesar de ello, me cuesta sentirme satisfecha de mi vida porque como adulta, caí en el engaño del no merecimiento, de la obligación y de la culpa. Me olvidé de sentir la alegría de vivir. Olvidé Quién soy, de donde vengo y a donde voy. Me sumergí en una vida llena de juicios y exigencias hacia mí misma y hacia los demás. Todavía me cuesta mucho perdonarme la desconsideración y el poco respeto que he tenido hacia mí misma. Perdí la paz sin saber cómo.
Ahora lo veo porque hace unos años empecé el camino de una vida consciente o de sanar mi vida.
Finalmente, vuelvo a estar conectada con la mejor parte de mi, con mi esencia, con mi parte creativa.
Ahora, con toda la alegría del mundo, puedo ofrecer mi experiencia de vida, lo que sé y compartirlo. Este es mi camino para continuar aprendiendo.
Es un placer y un honor para mí, acompañarte a dar algunos pasos hacia la Plenitud, que es nuestro destino común. La Plenitud es aquella sensación de estar completo/a, de no depender de nada, ni de nadie, de ser el creador/a de tu vida, de saber que todo es posible y de que Todo es Amor, de que no necesitas hacer nada y de que todo está bien.
Si yo he encontrado y corregido mis errores, tú también puedes hacerlo. Somos tan distintos y tan iguales!
Una buena noticia: La paz, el gozo de vivir y la abundancia están a tu alcance. Podemos ir hacia donde nos diga el corazón: hacia el infinito y más allá! Puedes dejar atrás el dolor y ver la vida en Colores.
Ya ves que me conformo con poco. Jajajajaja
Bien, pues, me pongo en marcha y mis ideas en el orden adecuado para que las puedas entender fácilmente y obtener el “mapa” prometido.
Seas quien seas, te amo porque estás dando sentido a mi vida.
Un cálido abrazo.
Un día, decides embarcarte en el camino de la espiritualidad y no sabes por dónde empezar, ni lo que quieres, solamente sabes de donde te vas y lo que no quieres.
¿Quién no se ha sentido perdido? ¿Quién no se ha sentido alguna vez un extraño en este mundo?
Sabemos que podemos vivir una vida plena pero no encontramos la manera. Quizás un nuevo curso o una nueva terapia nos ayudaran! ¿Has leído ...? Has probado ... ? ¿Y si el hecho de vivir en plenitud solo está al alcance de personas con “poderes especiales”? Médiums y personas por el estilo, tipo brujas o chamanes con el conocimiento esotérico, oculto al resto de los humanos comunes, sobre el más allá.
El campo de les terapias actualmente está en expansión, tienes la sensación de que todo se ha vuelto “holístico”, “integral” i “natural”. Hay más de un centenar de terapias que yo conozca y que te las iré nombrando para que las identifiques y puedas ver el conjunto un poco más claro. Luego, tu decidirás lo que es mejor para ti.
Con la cantidad de información que circula hoy en día, lo más fácil es perderse. Cuando me he dado cuenta, me he dicho a mí misma: tienes un tesoro, compártelo. Le puede ser útil a muchas personas lo que tú sabes. Tienes las ideas claras y estructuradas, explícalas.
Creo que el punto al que he llegado, a pesar de no ser el final, es un punto desde el que puedo compartir muchas cosas. Ahora, mi vida es tranquila y llena de alegría y gozo y me parece que no ha sido tan difícil, pero puede que lo sea cuando he tardado muchos años para llegar a donde estoy ahora y cuando veo que la mayoría de gente no ha llegado, ni sabe cómo hacerlo.
Quiero dar el mensaje al mundo de que se puede vivir una vida plenamente humana y plenamente espiritual a la vez y dar unas cuantas herramientas para conseguirlo, tantas como pueda con los límites que impone la escritura.
Mi función es la de ofrecerte una visión general lo más estricta posible pero no será el punto de vista de un especialista porque es imposible ser un especialista en todo lo que te quiero explicar.
Cada cual tiene un ritmo y un orden de aprendizaje y experimentación distintos, pero en el fondo los retos son los mismos para todos y ver el panorama completo siempre ayuda. Compartir nos irá bien, siempre es así cuando se hace desde el corazón. En este libro podéis encontrar las cosas más importantes que he aprendido y cómo practicarlas.
Además, aunque por necesidades del guión, describo el camino del espíritu hacia el Tesoro de forma lineal, en la práctica saltamos de un sitio a otro con cierta facilidad, nos movemos de un sitio a otro como cualquier persona que está aprendiendo. Avanzamos dos pasos y retrocedemos uno, nos caemos y nos volvemos a levantar un montón de veces, pero no es importante las veces que nos caemos sino las que nos levantamos.
Me siento como un músico dentro de una gran orquesta y que éste es el instrumento y la melodía que yo debo tocar.
¿Recuerdas la última vez que viste a un recién nacido o a un bebé? Qué maravilla ¿verdad? ¿Has visto alguna vez algo más bonito, más tierno, más inocente? Cuando vemos a uno de ellos, se nos esboza una sonrisa en la cara automáticamente y sin pensar. Sabemos intuitivamente que no hay nada más importante que esto: la inocencia y que hay que protegerla.
Así empieza nuestra vida: en contacto con la inocencia y absolutamente desprotegidos. Suele ser lo más habitual que nuestras necesidades fisiológicas estén cubiertas y nuestra vida, entonces, se desarrolla en la confianza y brota la alegría de forma espontanea en nosotros y disfrutamos del agua, de las piedras, de la arena, de la lluvia y de los charcos, de una pelota, de un palo, o de un “sofisticado” globo, disfrutar es también nuestro estado natural. Todavía lo recuerdas, ¿ah que sí? Qué bien te lo pasabas con cualquier cosa, tanto si jugabas solo como si tenias la suerte de compartir la experiencia.
¿Y qué decir de los abrazos? Nuestra inocencia nos permitía abrir nuestro corazón sin medida. Nos emocionábamos con todo, con el tierno abrazo de nuestra madre y nuestro padre, de nuestros abuelos o de nuestros hermanos. ¿Quién necesitaba algo más con esos abrazos de oso que éramos capaces de dar y recibir? Nos entregábamos completamente en nuestras relaciones. Nuestros amigos “luchaban” a nuestro lado en heroicas batallas contra los malos y en nuestros partidos y juegos lo dábamos todo también. Ahora que te lo cuento te viene a la memoria, ya casi lo habías olvidado. Vivíamos “aventuras” cada día.
En tu infancia sabías, sin ninguna sombra de duda, que tú eras especial y que la vida estaba llena de posibilidades, ¡quién sabe lo que serías de mayor! Te gustaban tantas cosas que la dificultad radicaba en escoger, si hubiera que hacerlo.
Íbamos creciendo y poco a poco y a una edad bien temprana nos empezamos a dar cuenta de que no todo era como queríamos y habíamos planeado. Aprendimos a enfadarnos, a pedir y a exigir. ¿Cómo puede ser? Nos dimos cuenta de que no éramos el centro del mundo y además empezamos a interpretar que el mundo podía ser hostil y que había que defenderse.
Dentro de nuestro planteamiento infantil, todo debía ser como nosotros queríamos. Si nuestra madre nos hacía caso cuando llorábamos y venia a socorrernos … ¿porqué el resto no debería ser igual? Si nuestra madre nos lo daba todo cuando éramos bebés, ¿Por qué luego ya no? Hay cosas que, aunque éramos listos, muy listos, no queríamos entender.
Como ya os he dicho antes, los tiempos y las experiencias de lo que hemos vivido cada uno de nosotros son distintos, pero yo quiero hablaros del fondo y espero que os hayáis reconocido en la experiencia que he tratado de describir sobre lo que entiendo que vivimos en nuestra infancia.
Puedes recordar perfectamente lo bien, lo despreocupado y feliz que podías sentirte en este mundo con mucha facilidad, pasara lo que pasara. Aunque no todo fuera idílico, disfrutabas de la vida porque estabas conectado con la inocencia y la creatividad. Además, empezaste a sembrar una semilla que luego crecería: el descontento porque no eras el centro de la galaxia.
Vamos dejando atrás la infancia y con ella algunas cosas más. Empezamos el ingente trabajo de buscar nuestro lugar en el mundo.
Quizás decidimos estudiar para aprender un oficio, o buscar un trabajo directamente.
Buscamos una pareja como locos impulsados por un sistema hormonal que estaba en ebullición, ya sabes a lo que me refiero. En esta etapa de nuestra vida, tocábamos el cielo si él o ella nos miraban solamente ¡qué nervios!
Buscamos un lugar para vivir, más o menos cerca de nuestro trabajo o lugar de estudios y aprendemos que hay que pagar facturas, muchas facturas.
Algunas veces conseguimos lo que queremos, pero otras no. Empezamos a esforzarnos para pagarnos una moto, un coche, un móvil, para hacer un viaje, lo que sea, pero nos esforzamos.
Queremos tener una familia y nos esforzamos de nuevo.
La ambición y el esfuerzo empiezan a inundarlo todo y a esto le sigue la sensación de injusticia que ya había aparecido en la infancia para acabar siendo la guinda del pastel del esfuerzo.
Tanto esfuerzo pero ¿para qué? ¿Quién nos ha engañado? ¿Quién tiene la culpa de que mi pareja no sea como yo la había imaginado? ¿Quién tiene la culpa de que vivir sea tan caro? ¿Quién tiene la culpa de que el sistema educativo esté tan mal y solo se valore el hecho de memorizar conceptos? ¿Quién tiene la culpa de que no me valoren lo suficiente en el trabajo y no me promocionen? ¿Quién tiene la culpa de que los niños sean tan exigentes y de que no tenga tiempo para jugar con ellos? ¿Quién tiene la culpa de que no me “llegue” para comprarme lo que quiero?
Buscas soluciones. Quizás pienses “Si los trabajadores estamos unidos, los empresarios no nos tomaran el pelo de esta manera” y te impliques en el movimiento sindical. Quizás pienses “Somos parte de la naturaleza, hay que respetar a la naturaleza porque somos parte de ella y no hacerlo perjudica a nuestras propias vidas” y te impliques en el movimiento ecologista. Quizás pienses “me tratan de forma diferente por el hecho de ser mujer u hombre y no tengo las mismas oportunidades, ni gano lo mismo” y te impliques en el movimiento feminista. O quizás simplemente tu solución pasa por trabajar más horas para obtener más recursos o ponerte a estudiar para obtener mejores condiciones laborales.
Lo queremos cambiar todo para poder ser felices, sabemos que este mundo puede ser un mundo mejor y satisfacer nuestras ambiciones personales de trabajo, familia, casa y entorno.
Decides esforzarte pero ¿y si la única solución es que te toque la lotería? Si lo creyera así no hubiera decido escribir. tranquilidad, ¡allá vamos!
En esta etapa de la vida, a la que le podemos llamar la vida de adulto, los más espabilados se las apañan para hacer actividades que les gustan y compensar adecuadamente el esfuerzo con el placer.
Aquí la sensación de placer por el simple hecho de vivir se ha desvanecido casi completamente. Quedamos con nuestros amigos en el intento de mantenernos conectados con la alegría, pero como pasamos gran parte de nuestro tiempo conectados con el esfuerzo, la queja invade los espacios de relación.
Discutes sobre política, criticas “el sistema”, aunque nadie sabe exactamente de que está hablando y si estuviera a nuestro alcance, probablemente, lo mantendríamos tal como está por cuestiones de supervivencia. Puede que incluso hayas organizado o participado en manifestaciones y actos cívicos o te hayas afiliado a algún partido político o sindicato o pertenezcas a una Organización No Gubernamental (ONG). Te informas. ¿Qué hay que hacer para que cambie el mundo? Das vueltas y vueltas a las mismas razones con el mismo resultado: NO CAMBIA NADA.
Simplemente estoy exponiendo lo que yo he vivido pero sin especificar, de modo que puedas identificar lo mismo en tu vida aunque con hechos determinados distintos a los que yo viví en su día, que sean unos hechos u otros carece de importancia. No tienes porque haber hecho todo esto que explico pero algo seguro que sí, sabes de lo que te estoy hablando. Vivimos en el mismo planeta y somos seres humanos.
En esta etapa de la vida, que se puede alargar durante la vida entera, la causa está en el exterior y nuestros esfuerzos están dirigidos a modificar las circunstancias externas.
Vamos a “conjurar” y a hacer magia para que algo cambie porque el tema de los sorteos de la lotería no nos está funcionando. Vamos a buscar el milagro.
Quizás te permitas sentir curiosidad y leas algo que te despierta interés. Necesitamos abrir puertas nuevas, algo se nos ha escapado y nos hemos perdido.
Las puertas que puedes abrir son muchas, te explico cuales son las más comunes o sencillas de abrir, al menos inicialmente.
Estamos muy acostumbrados a pensar en términos de materia porque tenemos buenos sensores para ello, los sentidos, pero materia y energía son lo mismo, aunque no tengamos entrenadas ciertas capacidades para captar la energía. Sobre esta base, todo aquello que nos ayude a vibrar en armonía, nos puede reequilibrar.
Si tu interés por la espiritualidad proviene de alguna enfermedad o dolor y te preocupa tu sanación física, tienes a tu alcance todas estas técnicas que trabajan sobre el cuerpo que pueden ayudarte a desbloquearlo y que tu energía vuelva a fluir y recuperes tu salud: Naturopatía (1), fitoterapia (2) y nutrición (vegetarianismo(3), veganismo(4), macrobiótica(4), ayurveda (5)); agua activada vibratoriamente (6), hidroterapia (7), talasoterapia (8) i fangoterapia (9); quiropraxis (10), osteopatía (11) bioenergética, craneal y visceral, masajes (quiromasaje (12), shiatsu (13), reflejologia podal (14), ayurvédico (15), sueco (16), metamórfico (17), californiano (18), tuina (19), tibetano (20), con piedras (21), tailandés (22), champi (23)), estos masajes se pueden acompañar de aceites esenciales (aromatoterapia (24)). Además de la práctica de conocida gimnasia y la práctica de los deportes de forma moderada, puedes contar con la micro-gimnasia (25), la fisioterapia (26) y el yoga (27) y la respiración pránica o completa (28), como supongo que sabes, el yoga se divide diversas ramas bastante diferentes entre sí desde las muy físicas (el hatha yoga) a más espirituales (nada yoga o el kundalini yoga). La terapia bioenergética (29) también puede descontracturar tu cuerpo. El tai-chí (30) y el chi-kung (31) con sus movimientos suaves acompasados de la respiración te pueden ayudaran a desbloquear la energía de tu cuerpo y recuperar la salud. Quizás pienses que el naturismo (32) puede ayudarte a estar en contacto con tu cuerpo y aceptarlo.
Te propongo algunas actividades más clásicas para cambiar tu vibración, ¿qué te parece leer poesía (literatura) (33), escuchar música (musicoterapia) (34), o aprendiendo a conocerte a ti mismo a través del movimiento con la danza libre (35) o la biodanza (36), por ejemplo.
Si piensas que el contacto con la naturaleza te puede devolver o acercar a tu equilibrio, tienes la posibilidad de aprender sobre los minerales y cristales (cristaloterapia) (37) y sus propiedades vibracionales. Puedes aprender a usar el cuarzo para aliviar o quitar el dolor. Además del apoyo de las plantas medicinales ya mencionado (fitoterápia), puedes beneficiarte de la acción reequilibradora de abrazar árboles (38), los árboles y las plantas tienen una vida “secreta”. En tercer lugar y en esta línea, tienes a los animales: perros (canoterapia (39)), caballos, (hipoterapia (40)), o incluso delfines, la relación con ellos también nos equilibra, saber comunicarte telepáticamente (41) con ellos quizás puede ser un buen reto, Tal como ya sabías, eres naturaleza, una parte de ella y reconocerlo y sentirte así te ayuda. ¿Qué hay más reparador que un paseo por la naturaleza? Ahora también les llamamos baños de bosque (42), o baños de playa/mar, según las preferencias de cada cual.
Te puedes interesar por la estructura energética invisible de la vida, por los chakras, nuestros centros energéticos, los meridianos o canales energéticos que los unen y llevan la energía a nuestros órganos principales y todo el sistema de nadis o canales menores que los unen. También te puedes interesar por el aura y como notarla, restablecer sus capas (43) o que te hagan una lectura por parte de quién tenga esta capacidad. Puedes aprender kinesiología (44) y aprender a volver a conectar esta red energética en el punto en el que se desconectó por el estrés. Incluso puedes aprender técnicas vibracionales con color, como la cromoterapia (45), la cual a veces se enseña junto a la kinesiología, o la sanación con sonido (46). Tienes al alcance también en la misma línea la medicina china: acupuntura (47), la acupresura (48), moxibustión (49) y la auriculoterapia (50). La iridiologia (51) también puede darte información sobre el estado físico de tu cuerpo. En este apartado habría que considerar el biomagnetismo (52) que aplicando imanes consigue mejorar el estado físico de un paciente y también las correcciones de ondas electromagnéticas (53) que, aunque no las vemos, pueden resultar nocivas para el organismo por la acumulación de factores o según la sensibilidad de cada cual.
La alternativa japonesa es el Reiki (54) o la canalización de la energía universal a través de las manos una vez un maestro/a te ha iniciado y te ha impuesto los símbolos. Suele ir acompañado de trabajos con cristales de cuarzo y la solarización (56) de agua para beber (nunca en envases de plástico). Actualmente el Reiki está evolucionando hacia el trabajo con las llamas energéticas de colores (56). Las esencias florales de Bach (57) resultan un buen apoyo para ayudarnos a cambiar una emoción que nos desestabiliza en un período de estrés y las utilizan muchos terapeutas junto con el Reiki. Los japoneses también cuentan con la técnica de armonización de los espacios, el Feng-shui (58) que lo hace cuidando las formas y usando de forma equilibrada los 5 elementos: tierra, fuego, agua, metal y madera .
Si te atrae el misterio, tienes a tu alcance libros o vídeos sobre astrología (59), el eneagrama (60), el sistema de diseño humano (61), o el maravilloso mundo dévico (62) con sus hadas y duendes y que yo estoy segura de que existen aunque sea incapaz de verlos, ¡qué le vamos a hacer!. Tienes a tu alcance también los amplificadores vibracionales de conciencia (63) de los que hay varias marcas en el mercado y que actúan en ti si se lo permites y los cambios en tu vibración que producen mejoran tu salud.
La homeopatía (64) es una alternativa en este país, pero podría ser un tipo de medicina habitual como en otros países lo es.
Hay médicos que practican una medicina integrativa en la que mezclan la medicina alopática convencional con otras terapias como la homeopatía, la terapia de polaridad (65), la ozonoterapia (66) o la terapia neural (67). Estos médicos empiezan a pensar en el paciente como en una persona en la que la parte física, con la mental, la emocional y la espiritual están en contacto formando un todo y se relacionan y saben que los conflictos internos pueden degenerar en una enfermedad.
Te creías que era fácil convertirte en una bruja o un mago, pues ya ves que no. Jajajajaja!!!
Es una desconsideración por mi parte poner a todas las terapias en un mismo saco porque no todas trabajan con la misma intensidad o profundidad pero esto también depende del usuario, de sus preferencias y del terapeuta que lo administre. Me basta por ahora esbozar lo que hay, me extendería demasiado si me dedicara a explicar cada una de ellas,
Aquí no estoy defendiendo nada, ni mucho menos oponiendo nada, solamente expongo lo que hay, lo que te puedes encontrar.
¿No te habrás mareado con tantas técnicas verdad? Éstas son por donde se empieza el contacto con lo “no convencional”. Más adelante te daré algunas indicaciones sobre cómo distinguir a un buen profesional.
Quiero hacerte una advertencia: evita ver enfrentamientos entre lo convencional y lo que no lo es. Todo tiene su utilidad, ten en cuenta que nuestra medicina convencional o alopática es un tesoro muy valioso. No hay nada como la medicina convencional para hacer un diagnóstico preciso sobre lo que le está pasando a nuestro cuerpo. La medicina convencional también nos ofrece soluciones para enfermedades graves de nuestro organismo y hay que tenerla en cuenta. No me gustaría que vieses un mundo en blanco y negro, sino en toda su amplia gama de colores, ¿me entiendes verdad?
Te describiré muy brevemente cada una de las técnicas, sin ánimo de ser exhaustiva, en un apéndice para que tengas un poco de guía, puedas consultarlo y sepas lo que puedes esperar. En este punto, me interesa, sobretodo, darte una visión de conjunto.
¿Conseguiremos vivir en armonía con tantas terapias si además quemamos incienso, encendemos velas y cantamos mantras?
Sentiros libres para experimentar lo que más os guste, experimentar forma parte intrínseca de la vida.
Ten en cuenta que, deliberadamente, no he nombrado terapias que trabajan con tu sanación mental, emocional y espiritual porque no se trabaja con ellas por curiosidad, ni por casualidad sino por decisión personal de cambio.