Es posible que estés experimentando dificultades para llevar adelante tu vida, puedes estar deprimido, enfermo, tener problemas con tu pareja o dificultades en tu vida profesional.
Puede ser que quieras cambiar algo o que no entiendas qué te está pasando ni porqué.
Probablemente, te han enseñado a confiar en tu cerebro y buscar soluciones a nivel mental. Nuestro cerebro es una herramienta muy eficaz para sobrevivir porque tiene muchos programas automáticos que sirven para ello. Pero también puede ser que tu quieras algo más que sobrevivir. Muchas veces, el hecho de responder a programas automáticos/inconscientes es el origen de los problemas que queremos evitar.
Desde que nacemos, cada experiencia nos va marcando el camino de lo que es bueno y de lo que es malo para nosotros. También tenemos memorias desde la concepción, de la forma en la que pudimos venir al mundo e incluso llevamos la memoria de experiencias vividas de nuestros antepasados de hasta las siete generaciones anteriores.
¿Porque tenemos problemas pues, si disponemos de tanta experiencia?
La respuesta es sencilla, para nuestro inconsciente no existe el tiempo y todo está presente y lo que repetimos son los problemas que no hemos llegado a resolver o que no se han resuelto dentro de nuestro sistema familiar. Necesitamos salir de los automatismos y utilizar nuestra creatividad una vez habremos analizado qué es lo que está pasando, que estamos repitiendo y qué creencia o idea lo está alimentando.
Tenemos dos fases por delante, una fase analítica en la que nuestro cerebro nos será muy útil para identificar que es lo que está pasando exactamente y después tenemos que introducir un elemento creativo que suponga un cambio adaptativo favorable para nosotros. No basta identificando lo que está pasando o hacerlo consciente.
Además de no conocer el tiempo, nuestro subconsciente tampoco conoce la diferencia entre lo que es real y lo imaginario, entre lo que es real y lo simbólico, esto nos da mucho margen de actuación en el que podemos generar procesos nuevos que quedarán grabados como nuevos automatismos más funcionales para nosotros.
Quizás nuestro cerebro es como un ordenador, pero nosotros no somos máquinas y podemos aprovechar las nuevas oportunidades para hacernos responsables de nuestras vivencias y utilizar nuestro poder personal para cambiar aquello que para nosotros no es adaptativo.